martes, 9 de junio de 2015

Comenzaron las funciones del Festival de Cortos Itinerante

 Como estaba previsto, este viernes (5/6) en la UP 7 de Azul, comenzó el  1er Festival de Cortos Itinerantes.
La actividad fue organizada en conjunto con la Escuela Media 4. El amplio pasillo que divide las aulas, durante unas dos horas,  volvió a  convertirse en sala de cine: una veintena de asistentes (entre estudiantes;  docentes y directivos) se convirtieron en el primer público del Festival.
 Luego de la presentación, se distribuyeron los programas y la boleta para votar.  Si bien se ha instalado la buena costumbre  de ver y debatir largometrajes (desde hace unos tres años, aquí también se realiza el Ciclo de Cine Debate), no dejaba de ser una incógnita, cuál sería la reacción ante esta novedad: “saltar del aula al público y con ello, habilitar el acceso al disfrute de la producción que se realiza en las diferentes Facultades.  Los trabajos de cátedra conforman así nuevos diálogos con otros destinatarios, y el material adquiere entonces otra dimensión ya que se constituye en un producto cultural y deja de ser solamente un objeto de acreditación curricular…” La primera señal de que estaba funcionando bien, fue el clima de silencio y atención que se percibía.  Y es que la dinámica del corto, donde todo pasa rápido, sin  pausa,  provoca  una tensión especial, que solo afloja entre relato y relato.  Cada tanto, una mirada hacia el auditorium, confirmaba que nadie se movía, que todos se mantenían expectantes con la mirada fija en la pantalla. Luego de ver los 11 cortos, cada uno se dispuso a elegir su preferido: se recogieron los votos en un sobre y nadie se retiraba.  Daba para más… charlemos fue la propuesta.  No fue el debate al cual estamos acostumbrados en el CD.  Los primeros comentarios, más que sobre las temáticas de los Cortos, apuntaron a destacar   lo que se acordó en definir como “la democratización del arte”.  Se reflexiono en conjunto, sobre los formatos y variedad de propuestas (en este caso de quienes producen en el marco de su formación de grado) pero también de cómo, muchas de estas expresiones ocupan el espacio público, facilitando la comunicación entre mucha más gente de la que habitualmente transita los espacios tradicionales (cines; museos; galerías de arte; etc.).  Se valoro especialmente, el que las producciones de quienes se están formando, puedan compartirse con  estudiantes y docentes de otros niveles educativos.  No falto quien se animara a decir, de que este tipo de intercambios habría que estimularlos y buscar la forma de sostenerlos en el tiempo.  Desde los grandes medios de comunicación,  a diario se dan a conocer las carteleras de espectáculos y el criterio casi invariablemente de éxito, lo marca la taquilla: la cantidad de público que asiste a las salas comerciales.  Nuestro Programa de Universidad en la cárcel: desde la resistencia cultural, sin dudas nos plantea el desafío de llegar cada vez a más personas privadas de la libertad, pero convengamos en que el modo de hacerlo no debe ser cualquier modo: probablemente este sea uno de ellos.  Tender hacia el otro con gestos, con palabras, con imágenes…con lo que tenemos para decir.  Y hacerlo de  manera tal que podamos  establecer  un dialogo fecundo,  como el que casi siempre de da cuando se hace a  partir del maravilloso lenguaje del arte.

Cronista: Walter Álvarez

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